CADÁVER CALCINADO EN LAS CALLES DE HAITÍ

En esta fotografía vemos el cadáver de una persona que ha sido calcinada junto a dos perros que están aprovechándose para comer sus restos. La imagen se ha tomado desde arriba. Esto es lo que se conoce en fotografía como picado. El esqueleto humano yace en el suelo y aparece en el centro de la imagen, que es uno de los puntos fuertes, es decir, uno de esos puntos que tienen mayor peso visual en una fotografía. Podemos ver que junto al cadáver aparece también una cabellera. Esto nos viene a decir que el cadáver podría ser perfectamente el de una mujer, cuyos restos están siendo aprovechados por dos perros hambrientos que no han desaprovechado la oportunidad de llevarse algo al estómago viendo el panorama que estos días se cuece en Puerto Príncipe.

Este esqueleto humano es el retrato de lo que está sucediendo estos días en la capital haitiana de Puerto Príncipe. El cadáver es el resultado de la violencia que se ha producido como consecuencia de la poca falta de ayuda humaniaria que estaba llegando a la ciudad. No es el único cadáver calcinado que aparece en la calle, pero sí que sirve para hacer un llamamiento a los máximos responsables mundiales para que hagan lo posible para que esto no se repita un día tras otro en este país. Así, decir que la foto ha sido tomada con toda la intención del mundo para que llegue al espectador e impacte directamente en su conciencia para así despertar su síndrome de solidaridad. Con toda seguridad para que estos espectadores se unan a la causa y así donen dinero a las distintas Organizaciones No Gubernamentales que operan en Puerto Príncipe.

La foto ha sido tomada por un particular y no por medios especializados en periodismo. A pesar de que el autor afirma haber contactado con muchos de ellos para ofrecer sus fotos y que estas fuesen publicadas en la prensa, radio o televisión. Pero este fotógrafo aficionado comenta que nadie le ha hecho caso y por eso el se ha decidido a publicarla por internet para ver si su denuncia se hace escuchar y con ello también avergonzar a todos aquellos medios que lo han menospreciado y han ignorado su trabajo como buen ciudadano solidario.

LA VIDA LOCA, Christian Poveda

En San Salvador, dos pandillas: La Mara Salvatrucha y Mara 18, se han enfrentado por años en una guerra sin piedad. Más de 14.000 jóvenes olvidados expresan su rebeldía a través de sus tatuajes y profesando una total devoción a su clan, que sustituye a la familia. Hijos de la violencia; son los herederos de dos bandas formadas en EE.UU. en los años 80 por los inmigrantes salvadoreños que huyeron de la guerra civil. Nacida en los ghettos de Los Ángeles, la leyenda "Maras" se fortalece en Centroamérica con el regreso de los refugiados y los inmigrantes ilegales deportados. Así lo recoge Christian Poveda en su documental "La Vida Loca".

LA VIDA LOCA

Cristian Poveda, autor del documental "La vida loca", muestra la cruda realidad de los grupos marginales salvadoreños. En él se puede observar cómo los jóvenes, en un intento de sentirse protegidos, se adiheren a dos bandas de extrema violencia, la Mara 18 y , ambas enfrentadas. Peleas, armas y muerte constituyen el entorno que mejor define a estos grupos, que dia tras dia, lloran la pérdida de varios de sus miembros.
Poveda, asesinado el pasado mes de septiembte, se ha convertido en una víctima más de esta situación en su intento de reflejar los motivos de por qué " estos jóvenes, se pueden involucrar tan jóvenes en estas pandillas"

'La vida loca'

Una banda de pandilleros, la Mara 18, siembra el terror en el El Salvador. Christian Poveda, autor de 'La vida loca', trata de relatar la situación de una multitud de niños y jóvenes con una (no) educación que ha determinado sus vidas.

El hispano-francés nos adentra en la intimidad de los protagonistas, así como no se olvida de la rivalidad por el control de la calle entre la 18 y la Salvatrucha.

'La vida loca' (2008) supuso la muerte de Poveda a manos de las maras.

'La pecera de Eva'

El pasado domingo Telecinco preestrenaba 'La pecera de Eva', una serie diaria -que podremos ver a partir de la segunda quincena de enero en La Siete de Telecinco- donde Eva (Alexandra Jiménez) es la nueva psicóloga del instituto, por lo que le tocará hacer frente a alumnos en problemas.

Los chicos y chicas del instituto, desde el alumno vividor, pasando por el que tiene las hormonas revueltas y la chica dominada por su novio, hasta el tímido-tartamundo, entran la “consulta” de Eva y hablan sin tapujos. Ella está, o es un poco loca.

Cada caso se presenta en la consulta y está ilustrado por breves flashbacks y flashforwards, no habiendo una trama entre los personajes más allá de este lugar. El estilo no es nuevo -véase algo bastante parecido en la serie estadounidense 'En terapia'-, como tampoco lo tener un guión abierto a la improvisación -como otras series cortas “experimentales” hechas para cadenas propias de la TDT-, sin embargo, no deja de ser distinto a la mayoría de lo que vemos en televisión: poco tiene que ver 'La pecera de Eva' con la otra ficción española 'Física o química', la que parece la utopía donde les gustaría vivir muchos adolescentes -sí, utopía, al margen de lo que digan los Ondas.

¿A quién va dirigida esta “pecera”? Desde luego, no al público de Telecinco -11,9% de share y 2.497.000 espectadores (primer capítulo); 13,8% y 2.943.000 (segundo)-, dicen que al de La Siete, que se va a redirigirse a un target joven. Lo que yo creo es que esta serie está condenada al fracaso, porque (1) la mayoría de los adolescentes reclama algo como “FOQ”, (2) las vanguardias -que es lo que prentende ser esta serie (está todavía muy lejos de ello) con su ritmo entrecortado- gusta a pocos y (3) los adolescentes ven hoy en día poca tele -¿sabrá mucha gente que es 'La pecera de Eva'? ¿Se habla de ello en Tuenti o Facebook?

Por señalar un detalle técnico: la banda sonora me chirría. Cada nada de tiempo, una música distinta y completamente ajena a la anterior. Bueno es que cada momento lo dramatice una melodía adecuada, pero la mezcla utilizada suena mal.

Para concluir, respecto al producto en sí: 'La pecera de Eva' pinta bien, pero debe mejorar y evolucionar si quiere sobrevivir -¿en Internet?

John se prepara para los Paralímpicos de 2012

Un chico sentado en la cama del que podría ser su cuarto es el protagonista de esta fotografía. El chico es minusválido y está acompañado de sus piernas ortopédicas. Él se halla en el centro de la mitad superior de la imagen, así como las piernas ligeramente a la izquierda del centro de la mitad inferior de la foto. La fotografía no está tomada frente al chico, sino desde su diagonal, dibujándose la habitación de una forma curva, transmitiendo así la imagen movimiento y vitalidad.

Aquello que se quiere destacar de la fotografía, el chico y las piernas, es lo que cuenta con mayor luz, como lo que está delante de los mismos. El chico, las piernas y el pie de la cama son las parte enfocadas de la imagen, frente al resto que, aunque enfocado, tiende a lo difuso dada la profundidad de la foto. El peso visual recae sobre el chico, por su ubicación y lo dicho anteriormente, más que en sus piernas, aunque estás tienen también mucho peso visual por estar situadas más a la derecha, además de estar en un plano delante del chico. Él destaca más, porque de esta manera lo hacen más la cara y el tronco. Al estar la imagen tomada de la diagonal al chico, se da cierta sensación de continuidad entre el mismo y las piernas ortopédicas.


La fotografía de Reuters, considerada por la agencia como una de las mejores realizadas por la misma en 2009, iba acompañada del siguiente pie:

“John Casas, 15, prepares to go for an athletics training session in Medellin September 17, 2009. Casas, who lives in the violent Comuna 13 neighborhood in Medellin, lost his legs in a car accident. The Casas family were displaced by civil war from their home in Uraba, Antioquia province. John is being helped by a rehabilitation center and dreams of participating in the Paralympics in London 2012. REUTERS/Albeiro Lopera”

Es la imagen de un deportista entrenado, preparado para competir. Lo transmite la forma física del chico, así como la ropa y las deportivas de las piernas. Además, junto a la cabeza del chico, hay un escudo de, probablemente, un equipo de fútbol u otro deporte de equipo. Todo los demás detalles de la fotografía carecen de relevancia.